
La coagulación de la sangre es un proceso vital que nos protege de hemorragias excesivas tras una lesión. Sin embargo, cuando este mecanismo se activa de forma inapropiada, puede dar lugar a la trombosis, una condición potencialmente peligrosa que afecta a millones de personas en todo el mundo.
¿Qué es exactamente la trombosis? ¿Quiénes están más predispuestos a padecerla? ¿Cómo podemos identificar sus síntomas y qué medidas existen para su prevención y tratamiento? En este artículo, abordaremos estas preguntas clave, proporcionando una visión clara y concisa sobre la trombosis, con especial énfasis en su impacto en México.
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¿Qué es la trombosis?
La trombosis es la formación de un coágulo sanguíneo en el interior de un vaso, impidiendo la circulación normal de la sangre. Dependiendo de su ubicación, puede clasificarse en trombosis venosa o arterial.
Prevalencia y grupos afectados
A nivel mundial, la incidencia de la trombosis venosa profunda (TVP) se estima en aproximadamente 1 a 2 personas por cada 1,000 al año. Aunque puede presentarse a cualquier edad, es más común en personas mayores de 50 años. Además, factores como el embarazo y el uso de anticonceptivos orales aumentan el riesgo en mujeres.
Síntomas comunes
Los síntomas de la trombosis pueden variar según la ubicación del coágulo, pero comúnmente incluyen:
Dolor: Sensación de dolor o sensibilidad en la zona afectada.
Hinchazón: Inflamación en la extremidad afectada.
Enrojecimiento y calor: La piel puede tornarse roja y sentirse caliente al tacto.
Es importante destacar que, en algunos casos, la trombosis puede ser asintomática, lo que dificulta su detección temprana.

Tratamiento disponible
El tratamiento de la trombosis generalmente incluye el uso de anticoagulantes, conocidos como «adelgazadores de sangre», que impiden el crecimiento del coágulo y reducen el riesgo de que se desprenda y cause una embolia. En casos severos, pueden utilizarse medicamentos trombolíticos para disolver el coágulo o procedimientos quirúrgicos para removerlo.
Prevención y factores de riesgo
La prevención es fundamental, especialmente en individuos con factores de riesgo como:
Inmovilización prolongada: Estancias largas en cama o viajes extensos que limitan el movimiento.
Cirugías recientes: Especialmente aquellas que involucran las piernas o la pelvis.
Antecedentes familiares: Historial de trastornos de coagulación o trombosis en la familia.
Estilo de vida: Obesidad, tabaquismo y sedentarismo aumentan el riesgo.
Medidas preventivas incluyen mantener una actividad física regular, utilizar medias de compresión en situaciones de riesgo y, en algunos casos, la administración de medicamentos anticoagulantes bajo supervisión médica.
Situación en México
En México, la trombosis representa una preocupación significativa, aunque la falta de datos estadísticos específicos dificulta una comprensión completa de su impacto. Sin embargo, se reconoce que factores como el aumento de enfermedades crónicas (diabetes, hipertensión), el envejecimiento poblacional y estilos de vida sedentarios contribuyen a la prevalencia de esta condición en el país.
La coagulación sanguínea es esencial para nuestra supervivencia, pero cuando se desregula y conduce a la formación de coágulos inapropiados, puede resultar en trombosis, una condición potencialmente peligrosa. La identificación temprana de síntomas, la comprensión de los factores de riesgo y la implementación de medidas preventivas son fundamentales para reducir su incidencia y garantizar una mejor calidad de vida.