Dolor que no se va: podría ser una hernia discal

Dolor que no se va: podría ser una hernia discal

La columna vertebral es una estructura compleja y vital que soporta nuestro cuerpo y protege la médula espinal. Entre cada vértebra se encuentran los discos intervertebrales, que actúan como amortiguadores y permiten el movimiento. Sin embargo, cuando uno de estos discos se desplaza o se rompe, puede provocar una hernia discal, causando dolor y otros síntomas que afectan la calidad de vida.

¡En este artículo te explicamos más sobre el tema!

Correo: dana.malips@gmail.com

¿Qué es una hernia de disco?

Una hernia de disco ocurre cuando el núcleo gelatinoso del disco intervertebral se desplaza a través de una fisura en su capa externa. Este desplazamiento puede presionar los nervios cercanos, provocando dolor, entumecimiento o debilidad en las extremidades. Las hernias discales son más comunes en la región lumbar y cervical de la columna.

Aunque los síntomas pueden  variar según la ubicación de la hernia estos son lo que comúnmente se presentan:

  • Región lumbar (parte baja de la espalda): Dolor que se irradia hacia los glúteos, piernas y pies, conocido como ciática.
  • Región cervical (cuello): Dolor que se extiende a los hombros, brazos y manos.

Además del dolor, pueden presentarse entumecimiento, hormigueo o debilidad muscular en las áreas afectadas.

Causas y factores de riesgo

Las hernias discales pueden ser resultado del envejecimiento, ya que los discos pierden flexibilidad y se vuelven más propensos a desgarrarse. Otros factores incluyen:

  • Levantamiento inadecuado de objetos pesados
  • Movimientos repetitivos o torsiones bruscas
  • Sobrepeso
  • Estilo de vida sedentario
  • Tabaquismo

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico se basa en la historia clínica, examen físico y, en algunos casos, estudios de imagen como resonancia magnética o tomografía computarizada.

El tratamiento inicial suele ser conservador e incluye:

  • Reposo relativo y modificación de actividades
  • Medicamentos analgésicos y antiinflamatorios
  • Terapias físicas como ejercicios de fortalecimiento y estiramiento
  • Aplicación de calor o frío para aliviar el dolor

Si los síntomas persisten o empeoran, se pueden considerar tratamientos más invasivos, como inyecciones epidurales o cirugía .

Prevención y cuidado

Para reducir el riesgo de desarrollar una hernia de disco:

  • Mantén una postura adecuada al sentarte y al levantar objetos
  • Realiza ejercicios regularmente para fortalecer los músculos de la espalda y el abdomen
  • Evita el sobrepeso y el tabaquismo
  • Incorpora pausas activas si trabajas muchas horas sentado

La hernia de disco es una afección común que puede afectar significativamente la calidad de vida. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son fundamentales para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones. Si experimentas dolor persistente en la espalda o el cuello, consulta a un profesional de la salud para una evaluación completa.

Fuente:

signos de Hernia discal

Traumatólogo Hernia discal

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