El lado oculto del otoño: alergias y virus respiratorios en aumento

El lado oculto del otoño: alergias y virus respiratorios en aumento
23 Sep 2025 / by Dana Morales in Medicina, medico general, Salud

Cada otoño en México se observa un notable incremento en casos de alergias respiratorias y enfermedades ­respiratorias agudas. Este fenómeno tiene múltiples causas interrelacionadas: factores climáticos, ambientales y sociales. Comprender estos aspectos es esencial para diseñar estrategias de prevención pública y mejorar la atención sanitaria.

Correo: dana.malips@gmail.com

Cambios estacionales y alérgenos

Con el inicio del otoño disminuyen las temperaturas y cambian los patrones de humedad. Estos cambios favorecen la dispersión de partículas como pólenes, esporas de moho y polvo que actúan como alérgenos. En zonas urbanas, la mezcla de alérgenos naturales y contaminantes del aire amplifica la respuesta alérgica. Un estudio mostró que los niveles elevados de polen en la atmósfera de la Ciudad de México se correlacionan con un empeoramiento de síntomas en individuos alérgicos. 

Además, la temporada de lluvias suele terminar en muchas regiones, dejando material orgánico húmedo para que crezcan hongos. Las esporas liberadas con los primeros vientos secos del otoño son un disparador clásico de rinitis y crisis asmáticas. 

Contaminación del aire como factor multiplicador

No basta con los alérgenos: la contaminación atmosférica juega un papel importante. En la Ciudad de México, exposiciones cortas a PM₂.₅, ozono (O₃) y NO₂ están fuertemente asociadas con un aumento en las consultas médicas por enfermedades respiratorias altas (como bronquitis o rinitis) durante octubre. 

Estos contaminantes no solo irritan las vías respiratorias, sino que pueden alterar la barrera mucosa e intensificar la hipersensibilidad alérgica. La combinación de aire contaminado + alérgenos puede provocar exacerbaciones en pacientes con asma, EPOC u otras condiciones preexistentes.

Enfermedades respiratorias virales con picos en otoño

Otoño es también un período crítico para enfermedades virales respiratorias en México. Virus como el del síndrome respiratorio sincitial (RSV), la influenza y otros patógenos muestran un patrón estacional que se intensifica en otoño-invierno. 

Un estudio en Jalisco indicó que, después de la pandemia por COVID-19, hubo modificaciones en los patrones de circulación de estos virus, con algunos mostrando actividad más temprana o mayor intensidad en otoño. 

Factores de riesgo específicos en México
  • Urbanización: mayor densidad poblacional, fuentes de contaminación, menos espacios verdes.
  • Cambio climático: aumento de CO₂, mayor temperatura y alteraciones en la estacionalidad de plantas alérgenas. 
  • Condiciones socioeconómicas: acceso desigual a servicios de salud, vivienda con ventilación pobre.
  • Enfermedades crónicas previas: quienes tienen asma, alergias crónicas, o enfermedades pulmonares se ven más afectados.
Consecuencias para el sistema de salud

El aumento estacional tiene varias implicaciones: mayor demanda de consultas médicas, hospitalizaciones, uso de medicamentos antihistamínicos, broncodilatadores o corticosteroides; también costos directos e indirectos asociados (absentismo laboral, escolares). Además, en regiones con pocos recursos estas consecuencias pueden ser más graves.

Estrategias de prevención
  1. Mejorar vigilancia epidemiológica: monitorear niveles de alérgenos, calidad del aire y circulación viral.
  2. Campañas educativas: informar a la población alérgica sobre prevención (evitar exposición, cierre de ventanas en días con mucho polen, uso de mascarillas).
  3. Políticas ambientales: reducir emisiones de contaminantes (vehículos, industria), más espacios verdes urbanos.
  4. Vacunación: asegurar cobertura contra influenza y otros virus respiratorios especialmente en grupos de riesgo.
  5. Atención clínica temprana: facilitar diagnóstico de alergias, acceso a tratamiento preventivo para asma, etc.

El otoño en México actúa como catalizador de un aumento de alergias y enfermedades respiratorias debido a la confluencia de factores climáticos, ambientales y sociales. La combinación de alérgenos naturales, contaminación y virus respiratorios produce un escenario complejo. Desde una perspectiva de salud pública, es crucial fortalecer la vigilancia, mejorar las infraestructuras medioambientales y capacitar a la población para disminuir el impacto.

Referencias