Úlcera en la córnea: prevención, diagnóstico y tratamiento explicado

Úlcera en la córnea: prevención, diagnóstico y tratamiento explicado
24 Oct 2025 / by Dana Morales in Medicina, Salud

Imagina que tienes una herida profunda justo en el cristalino de tu ojo. Una úlcera en la córnea no es simplemente “otro problema de visión”,  es una alarma roja que el cuerpo envía cuando su barrera más transparente se ha roto. Esta condición puede evolucionar rápido, generando cicatrices, pérdida de visión o incluso poner en riesgo el ojo.

 En este artículo, presento una visión clara y rigurosa sobre la Úlcera corneal (corneal ulcer), de modo que puedas comprender qué es, por qué ocurre, cómo se diagnostica y se trata, así como cuál es su impacto en salud. 

Correo: dana.malips@gmail.com

Relevancia clínica 

Una úlcera corneal es una lesión de la capa epitelial de la córnea, que puede penetrar hasta el estroma y esta acompañado de infiltrado inflamatorio o infeccioso. No tratada o descubierta tarde, puede llevar a cicatrización, perforación de la córnea, glaucoma secundario o pérdida visual significativa.
En países en vías de desarrollo, es una causa importante de ceguera monocular. 

Anatomía y mecanismos fisiopatológicos

La córnea es la “ventana” transparente que permite el paso de luz, formada por varias capas que incluyen epitelio, Bowman, estroma, membrana de Descemet y endotelio. Dañar el epitelio desencadena el proceso ulcerativo.
Cuando la barrera epitelial se rompe, los patógenos o factores tóxicos pueden invadir el estroma, lo que genera un infiltrado, necrosis y destrucción tisular. La progresión rápida es posible, especialmente con microorganismos agresivos.

Etiología: infecciosa y no infecciosa

Causas infecciosas:

  • Bacterias como Streptococcus pneumoniae y Pseudomonas aeruginosa figuran como agentes frecuentes.
  • Hongos, en particular en climas tropicales y tras trauma vegetal. 
  • Virus y protozoos (por ejemplo, Acanthamoeba) también pueden ocasionarla.

Causas no infecciosas:

  • Trauma corneal directo
  • Ojo seco grave, uso prolongado de lentes de contacto con higiene inadecuada
  • Uso excesivo o inadecuado de esteroides tópicos
  • Enfermedades autoinmunes o deficiencias de sensibilidad corneal (úlceras neurotróficas)

Factores de riesgo y epidemiología

Entre los factores de riesgo destacan: el uso prolongado e inadecuado de lentes de contacto, los traumas corneales, las cirugías previas, la superficie ocular comprometida y la inmunosupresión.
Un estudio en Nepal identificó que en 101 muestras, el 44.6 % presentaron crecimiento microbiológico; los más frecuentes fueron bacterias (56 %) frente a hongos (44 %) en esos casos. 

Cuadro clínico: signos y síntomas

El paciente suele quejarse de dolor intenso, sensación de cuerpo extraño, fotofobia, lagrimeo y visión borrosa. Además, se puede notar una zona blanquecina o gris en la córnea correspondiente al infiltrado

En el examen con lámpara de hendidura aparece un defecto epitelial que se tiñe con fluoresceína, junto a un infiltrado estromal y posible reacción en la cámara anterior (hipopión). 

Diagnóstico

El diagnóstico se basa en el examen clínico (lámpara de hendidura + tinción de fluoresceína). Es vital identificar la profundidad, extensión y patrón del infiltrado.
Cuando se sospecha infección, se realizan raspados corneales para cultivo y sensibilidad antibiótica. En un estudio, de 123 pacientes, solo 34 tenían cultivo positivo: de estos el 79 % fueron bacterias. 

Tratamiento

Ante una úlcera corneal, el tratamiento debe iniciarse rápidamente. Para bacterias: antibióticos tópicos de amplio espectro. Para hongos: antifúngicos específicos y a veces cirugía. Si hay alto riesgo de perforación, puede considerarse queratoplastia o injerto de membrana amniótica. La vigilancia es esencial para evitar complicaciones.

Pronóstico y posibles complicaciones

Cuando se diagnostica y trata oportunamente, el pronóstico es bastante favorable. Sin embargo, si el tratamiento se retrasa o el agente es agresivo, pueden evolucionar a cicatriz central, astigmatismo irregular, glaucoma secundario o pérdida visual grave. 

La úlcera corneal es una afección ocular seria que puede comprometer la visión si no se identifica y trata con rapidez. Comprender su etiología, factores de riesgo, diagnóstico y tratamiento permite intervenir a tiempo. Desde el ámbito del marketing en salud, la clave está en difundir información precisa, motivar al cuidado preventivo y fomentar la consulta temprana.

Referencias