Huntington: El desafío neurodegenerativo que transforma vidas y familias

Huntington: El desafío neurodegenerativo que transforma vidas y familias

El síndrome de Síndrome de Huntington (SH) no es sólo un trastorno neurológico heredado, sino un espejo de múltiples dimensiones donde convergen genética, neurodegeneración y vida diaria. Para quienes ya conocen su clásica “corea” o alteraciones motoras, este artículo propone ir más allá: revisaremos sus manifestaciones cognitivas y psiquiátricas, los avances recientes en biomarcadores y terapias emergentes, y exploraremos cómo comunicar este reto médico con rigor y humanidad. 

Con ello, buscamos ofrecer una lectura útil tanto para profesionales como para interesados que buscan entender, divulgar o apoyar a quienes conviven con esta enfermedad.

Correo: dana.malips@gmail.com

El síndrome de Huntington (SH) es una enfermedad neurodegenerativa hereditaria de carácter autosómico dominante que afecta principalmente al sistema nervioso central.Su causa es una expansión de la repetición de nucleótidos CAG en el gen HTT, situado en el cromosoma 4. Gracias a este conocimiento genético, la patología ha podido estudiarse con mayor profundidad.

La prevalencia de esta afección en poblaciones de ascendencia europea se estima en torno a 10.6-13.7 por cada 100 000 individuos. Clínicamente, suele manifestarse entre los 30 y 50 años, aunque hay formas juveniles que aparecen mucho antes. 

Manifestaciones clínicas: motoras, cognitivas y psiquiátricas

Desde el punto de vista motor, el SH se caracteriza por movimientos involuntarios coreicos (irregulares y bruscos) además de rigidez y bradicinesia en etapas avanzadas. En el ámbito cognitivo, los afectados presentan deterioro en funciones ejecutivas, planificación y procesamiento de información, incluso antes de los síntomas motores. En la esfera psiquiátrica puede encontrarse depresión, irritabilidad, apatía o síntomas psicóticos, lo que complica considerablemente el manejo clínico. 

Patogénesis y genética: un mecanismo complejo

El gen HTT codifica la proteína huntingtina. Cuando la repetición de CAG supera un umbral (≈ 36-40 repeticiones), aparece la forma mutante de huntingtina, que tiene efectos tóxicos en las neuronas. Esta proteína alterada desencadena múltiples mecanismos de daño: agregados proteicos, disfunción mitocondrial, alteración en la reparación del ADN, y desequilibrios en la señalización neuronal. Dentro del cerebro, las neuronas del estriado (parte del cuerpo estriado) son muy vulnerables, lo que explica en parte los síntomas motores tempranos. 

Diagnóstico y biomarcadores emergentes

El diagnóstico clínico incluye historia familiar, síntomas clínicos y pruebas genéticas que confirman la expansión de CAG en HTT.

Además, se está investigando el uso de biomarcadores “húmedos” (como la proteína neurofilamento light chain – NfL) y de neuroimagen para identificar la enfermedad en estadios pre-manifestación. Esto abre posibilidades tanto para análisis pronósticos como para monitorear terapias futuras.

Tratamiento y retos terapéuticos

Actualmente no existe una cura definitiva para el SH. Las intervenciones se centran en el manejo sintomático: fármacos para la corea, apoyo psicológico y fisioterapia. Sin embargo, en los últimos años han surgido terapias basadas en la reducción de la proteína huntingtina mutante (por ejemplo, silenciamiento génico) y otros abordajes mecanísticos que aún están en fases de ensayo clínico. Uno de los desafíos es traducir los hallazgos moleculares en tratamientos efectivos para los pacientes.

El síndrome de Huntington representa un paradigma de enfermedad neurodegenerativa genética que, pese a su gravedad, ofrece también caminos de esperanza gracias a los avances científicos. Difundir información sobre el tema es importante, la clave está en combinar rigor científico, claridad en el mensaje y empatía en la forma.

Referencias