Anquilosis dental: un desafío en odontología que requiere detección temprana

Anquilosis dental: un desafío en odontología que requiere detección temprana
03 Oct 2025 / by Dana Morales in Odontólogos, Salud

La anquilosis dental es una condición en la que el diente se fusiona directamente al hueso del maxilar (hueso alveolar), perdiendo o reduciendo el ligamento periodontal que normalmente lo une al hueso. Esto significa que el diente ya no puede moverse de forma normal ni responder al crecimiento del hueso circundante.

Cuando esto sucede, el diente afectado tiende a “hundirse” respecto a los dientes vecinos, un fenómeno llamado infraoclusión. La anquilosis puede aparecer en dientes temporales (de leche) o permanentes, aunque es más frecuente en los temporales. 

Correo: dana.malips@gmail.com

¿Con qué frecuencia ocurre y en qué dientes?

En dientes primarios, algunos estudios señalan que la incidencia varía entre 1,5 % y 9,9 % dependiendo del grupo evaluado. En dentición permanente es bastante más rara: algunos estudios estiman que podría ser una décima parte de la frecuencia en dientes de leche. 

Un estudio radiográfico amplio en dientes impactados reportó que el 2,6 % de ellos mostraban signos de reabsorción por reemplazo (una forma de anquilosis) y otro trabajo señala que, conforme aumenta la edad, el riesgo de que un diente impactado desarrolle esta fusión también crece. 

En dientes de leche, la anquilosis suele afectarse más a los molares inferiores, especialmente el primer molar primario, aunque también puede encontrarse en otros molares. 

¿Por qué sucede la anquilosis? 

No existe una causa única clara, sino más bien una combinación de factores que pueden predisponer a que ocurra la fusión diente-hueso:

  1. Traumas o golpes: una lesión que dañe el ligamento periodontal puede provocar que partes del diente entren en contacto directo con el hueso y se fusionen. 
  2. Presiones excesivas masticatorias o fuerzas ortodónticas agresivas: cuando se aplican movimientos dentales intensos sin cuidado, puede dañarse el ligamento periodontal y facilitar la fusión. 
  3. Alteraciones del metabolismo local: cambios en la regeneración del ligamento periodontal (por ejemplo por inflamación o procesos alterados de reparación) podrían favorecer su degeneración progresiva y la sustitución por hueso. 
  4. Predisposición genética o idiopática: en algunos casos, no se encuentra un factor desencadenante claro (idiopático) o hay antecedentes familiares que sugieren componente genético. 
  5. Reimplantes dentales tras avulsión: cuando un diente es arrancado y luego reimplantado, hay riesgo de que ocurra anquilosis, especialmente si el tiempo fuera del alvéolo fue prolongado o el almacenamiento fue en condiciones subóptimas. 

En suma, la ruptura o lesión del ligamento periodontal y una reparación aberrante (donde el hueso reemplaza al ligamento) son mecanismos centrales en la génesis de la anquilosis. 

Cómo reconocerla (manifestaciones y diagnóstico)

Señales clínicas
  • Infraoclusión: el diente afectado se ve “más bajo” que los demás, ya no alcanza el plano oclusal. 
  • Falta de movilidad: al tocarlo o aplicar presión leve, no se mueve como un diente normal. 
  • Sonido metálico al percutir: al golpear suavemente el incisivo o molar, el sonido puede ser más agudo o metálico que en dientes sanos. Esto es típico cuando una porción significativa de la raíz está fusionada. 
  • Desviaciones en la alineación dental: con el tiempo, los dientes vecinos pueden inclinarse hacia ese espacio, generando asimetrías o maloclusiones. 
  • Ausencia de erupción esperada: en casos donde el diente aún no ha emergido por completo, puede quedar retenido. 
Diagnóstico radiográfico e imágenes avanzadas

Para confirmar la sospecha, se utilizan exámenes de imagen:

  • En radiografías periapicales o panorámicas se puede ver la pérdida del espacio del ligamento periodontal, o una zona donde la raíz parece fusionada al hueso, sin límite claro. 
  • El diente afectado puede mostrarse más denso (más opaco) y su contorno radicular puede confundirse con el hueso circundante. 
  • Cuando la fusión es extensa, puede no distinguirse la frontera entre la raíz y el hueso. 
  • En casos complejos, se recurre a tomografía computarizada (TC o CBCT), que aporta una visión tridimensional de la extensión de la anquilosis. 

Consecuencias de no tratarla

Si la anquilosis no se diagnostica o no se maneja adecuadamente, puede generar varias complicaciones:

  • Pérdida de espacio en el arco dental: los dientes vecinos pueden inclinarse hacia la zona del diente anquilosado, alterando la alineación general. 
  • Supraerupción del diente opuesto (antagonista): el diente que “muerde” con el afectado puede crecer demasiado porque no encuentra resistencia. 
  • Asimetrías o cambio en la oclusión: la fusión de un diente puede desequilibrar la distribución de fuerzas en la mordida y generar maloclusiones. 
  • Interferencia en la erupción del diente siguiente (en dientes temporales): si el diente de leche se anquilosa fuertemente, puede obstaculizar la erupción del diente permanente que le corresponde. 
  • Reabsorción radicular progresiva / sustitución por hueso: con el tiempo, el diente anquilosado puede perder su estructura radicular y ser reemplazado por hueso, con riesgo de perder el diente. 
  • Alteraciones del crecimiento óseo alveolar: en pacientes jóvenes, la falta de crecimiento acompasado puede producir una deficiencia vertical del hueso en esa zona, dificultando rehabilitaciones futuras. 
Opciones de tratamiento

No existe un único protocolo estándar universal, porque cada caso varía. El tratamiento dependerá de la edad del paciente, la severidad de la anquilosis, si el diente permanente siguiente está presente, la estética, la función, etc. 

Aquí algunas estrategias usadas:

  • Observación / monitoreo: en casos leves o cuando la infraoclusión no progresa notablemente y no hay impacto estético o funcional severo, puede optarse por vigilar la evolución. 
  • Extracción del diente anquilosado: cuando la anquilosis es severa o afecta la erupción del sucesor, eliminar el diente puede ser la mejor opción. 
  • Decoronación: consiste en quitar la corona del diente dejando la raíz en el hueso. Esto ayuda a conservar el volumen óseo y permite que el hueso siga desarrollándose en altura. 
  • Luxación deliberada / movilización quirúrgica: romper la fusión dento-ósea mediante intervención para permitir que el diente recupere movilidad. Esta opción suele reservarse a casos específicos y con cuidado interdisciplinario. 
  • Osteotomía segmentaria o “movimiento en bloque”: mover el bloque óseo que contiene el diente anquilosado en conjunto, cuando es viable. 
  • Transplante dental o reemplazo protésico: especialmente cuando se pierde el diente, se puede plantear auto-transplante de otro diente (por ejemplo un premolar) o colocación de prótesis o implante, según la edad y estado del paciente. 

Cabe destacar que no hay estudios controlados de alto nivel que comparen todas las opciones terapéuticas en dientes permanentes, lo que limita la evidencia sobre cuál es la mejor estrategia en cada caso. 

La anquilosis dental es una condición en la que un diente se fusiona al hueso circundante, perdiendo su ligamento periodontal, lo que impide su movilidad y correcta erupción. Aunque es más frecuente en dientes temporales, también puede darse en dientes permanentes, especialmente cuando hay traumatismos u otros factores predisponentes. 

Detectarla a tiempo es clave para evitar secuelas como desviaciones dentales, pérdidas óseas o afectaciones funcionales. Los tratamientos son variados y deben adaptarse a cada caso, idealmente con colaboración multidisciplinaria. Desde el punto de vista del marketing médico, este tema ofrece una excelente oportunidad para generar contenido educativo con valor para el paciente y posicionar a clínicas o especialistas como referentes.

Referencias