Los Juegos Olímpicos siempre han sido un evento emblemático, no solo por reunir a más de 200 atletas de diferentes países, sino también por el fenómeno mediático y de marketing que generan a nivel global.
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Con la llegada de los Juegos Olímpicos de París 2024, hemos sido testigos de una impresionante exhibición de estrategias de comunicación y marketing. Desde su apertura, París 2024 ha capturado la atención del mundo con su campaña publicitaria innovadora, un branding impecable, y una interacción en redes sociales que ha sido tan efectiva como controvertida.
Estos Juegos han demostrado ser una de las ediciones más dinámicas desde Tokio 2020, donde la adaptación y la resiliencia fueron cruciales. En medio de la pandemia de COVID-19, los Juegos Olímpicos de Tokio se celebraron sin público, pero la organización compensó con tecnología avanzada de transmisión, garantizando que los juegos llegaran a millones de espectadores. Además, lograron conectar con los usuarios latinoamericanos al lanzar versiones en español en sus cuentas oficiales.
Este año, las estrategias de redes sociales han sido creativas y efectivas, con plataformas como TikTok y X (anteriormente Twitter) generando un alto nivel de engagement y conversiones, a menudo alimentadas por temas polémicos que se desarrollaron durante las transmisiones.
El análisis de redes reveló más de 90 mil conversiones en español a nivel mundial, con Argentina, Colombia y México liderando la participación. Sin embargo, no todo ha sido positivo. Alrededor del 41% de los comentarios fueron críticos, centrados en temas como la calidad del agua en el Río Sena, la representación artística de «La Última Cena», la presencia del equipo de Israel, y la participación de la boxeadora Imane Khelif.
Los usuarios más activos en estos debates han sido en su mayoría jóvenes de la Generación Z, conocidos por su fuerte defensa del respeto, la empatía, la inclusión, y el apoyo a las comunidades LGBTQI+.
París 2024 ha puesto de manifiesto la importancia de la sostenibilidad, generando una reflexión sobre el estado de nuestros recursos naturales y la responsabilidad social que ello implica, particularmente en torno a la controversia del Río Sena.
En conclusión, los Juegos Olímpicos de París 2024 no solo han sido una competencia deportiva de alto nivel, sino también un espacio para la reflexión y el diálogo sobre temas políticos, éticos, sociales y culturales que resuenan a nivel global.
Fuentes:
https://www.marca.com/juegos-olimpicos/2022/04/20/625fe10a22601d6e628b45cf.html