
El pie es una estructura compleja que soporta nuestro peso y permite movilidad, pero también es muy susceptible a lesiones. Desde quienes se dedican a caminar o correr hasta aquellos que trabajan de pie, son muchas las personas que pueden sufrir molestias o problemas en esta zona. Este artículo repasa las lesiones más frecuentes, ofreciendo claridad para médicos de distintas especialidades y utilidad para pacientes que buscan comprender mejor su condición.
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Fascitis plantar y espolón
La fascitis plantar es una inflamación de la banda que recorre la planta del pie desde el talón hasta los dedos. El espolón calcáneo es una proyección ósea asociada a esta inflamación. El paciente suele describir dolor agudo al levantarse o después de estar sentado. El tratamiento inicial incluye reposo, aplicación de hielo, antiinflamatorios, estiramientos y el uso de plantillas. Si no mejora, podría requerir fisioterapia o infiltraciones.
Fracturas por estrés y traumáticas
La presencia de numerosos huesos en el pie lo hace vulnerable a fracturas. Las fracturas por estrés son pequeñas fisuras causadas por esfuerzo repetitivo, muy comunes en deportistas, mientras que las traumáticas provienen de impactos o torceduras fuertes. La gestión consiste en descanso, inmovilización (férula o yeso) y, en algunos casos, soporte ortopédico.
Tendinitis y lesiones de ligamentos
Los tendones del Aquiles, tibial posterior, peroneos o extensores pueden inflamarse por uso excesivo. El resultado: dolor al moverse, rigidez e hinchazón. El protocolo RICE (reposo, hielo, compresión y elevación), acompañado de fisioterapia y calzado adecuado, suele ser suficiente en la mayoría de los casos .

Esguinces de tobillo
Aunque el foco está en el pie, un esguince de tobillo afecta su funcionalidad. Son muy comunes, especialmente al invadir el tobillo hacia adentro, y sus grados van desde estiramientos hasta rupturas totales de ligamentos. El tratamiento incluye RICE y ejercicios para reforzar la musculatura y recuperar la movilidad .
Infecciones e irritaciones cutáneas
El pie de atleta (tinea pedis) es una infección fúngica frecuente, con síntomas como picor, descamación y grietas entre los dedos. Su tratamiento incluye antimicóticos tópicos y buena higiene. Además, cuerpos extraños como astillas o cristales pueden producir infecciones, especialmente en pacientes vulnerables como los diabéticos .
Juanetes, uñas encarnadas y callosidades
El hallux valgus (juanetes) es una deformidad del dedo gordo, a menudo relacionada con calzado inapropiado o predisposición genética. Las uñas encarnadas provocan dolor e inflamación, mientras que los callos aparecen por presión constante. El manejo comienza con calzado cómodo, cuidados podológicos y, en casos necesarios, plantillas o cirugías mínimas.
Neuroma de Morton y metatarsalgia
El neuroma de Morton es un engrosamiento benigno del nervio entre los metatarsos, provocando dolor en la planta y la sensación de tener una piedrita bajo los dedos. Es muy común en personas de mediana edad, especialmente mujeres entre 40 y 60 años. La metatarsalgia también genera dolor en la “bola” del pie, sobre todo tras actividad prolongada. Ambos pueden aliviarse con calzado adecuado, ortesis, fisioterapia, infiltraciones o, en casos severos, cirugía.