Lipedema en mujeres: la importancia de un diagnóstico temprano

Lipedema en mujeres: la importancia de un diagnóstico temprano
¿Qué es el lipedema?

El lipedema es un trastorno crónico del tejido adiposo que provoca una acumulación simétrica y desproporcionada de grasa subcutánea, sobre todo en muslos y piernas, y en ocasiones en brazos. Suele acompañarse de dolor, facilidad para presentar hematomas y sensación de pesadez en las extremidades. 

Correo: dana.malips@gmail.com

¿Quiénes lo padecen con más frecuencia?

Lipedema afecta casi exclusivamente a personas asignadas como mujeres al nacer; la aparición suele coincidir con cambios hormonales (pubertad, embarazo, menopausia). Revisiones recientes estiman que entre 10% y cifras variables (hasta >11% en algunas series), pero la prevalencia exacta aún es incierta y puede variar según poblaciones estudiadas. Esto sugiere que la condición está subdiagnosticada. 

Señales y síntomas clave (lo que hay que preguntar en consulta)
  • Acumulación bilateral y simétrica de grasa en muslos, rodillas y/o brazos, con pies y manos preservados.
  • Dolor al tacto, sensibilidad aumentada, sensación de pesadez y fatiga local.
  • Moretones frecuentes con traumatismos mínimos.
  • Progresión por estadios (desde depósitos más blandos a nodular/fibrosos y grandes volúmenes).
    Estas características ayudan a distinguir el lipedema de obesidad generalizada o linfedema. 
¿Por qué se confunde con obesidad o linfedema?

Porque coincide con sobrepeso en muchas pacientes y la distribución grasa puede parecer solo “genética”. Sin embargo, en lipedema el tejido presenta consistencia y síntomas diferentes (dolor, facilidad de equimosis) y no disminuye proporcionalmente con dietas; además, el patrón es simétrico y las manos/pies se mantienen normales. El reconocimiento es clave para dirigir el tratamiento correcto.

Repercusiones clínicas y calidad de vida

Si no se trata, el lipedema puede progresar a mayor limitación funcional, aumento del dolor, problemas de movilidad y repercusiones psicosociales importantes (autoimagen, ansiedad, aislamiento). La literatura reporta mejoras significativas en dolor y calidad de vida tras tratamientos adecuados, lo que demuestra su impacto clínico real.

Tratamientos: conservador y quirúrgico 
  1. Terapia decongestiva completa (conservadora): incluye drenaje linfático manual (MLD), compresión especializada, ejercicio dirigido y educación. Es la base inicial del manejo y mejora síntomas y edema. 
  2. Liposucción especializada: en pacientes que no responden suficientemente al tratamiento conservador, la liposucción (tumescent, asistida por agua o técnicamente adaptada para preservar vasos linfáticos) ha mostrado mejoras en dolor, movilidad y calidad de vida en múltiples series y metaanálisis recientes. Es cada vez más aceptada cuando se realiza por equipos con experiencia. 
  3. Soporte multidisciplinario: fisioterapia (terapeutas especializados en linfedema/lipedema), nutrición, manejo del dolor y apoyo psicológico. Hay interés creciente en el papel de intervenciones metabólicas (p. ej. medicamentos para perder peso) pero la evidencia específica en lipedema aún está en desarrollo. 
¿Quién trata el lipedema?

El manejo ideal es multidisciplinario: médicos generales y de familia con formación para detectar el cuadro, dermatólogos, angiólogos/vascularólogos, cirujanos plásticos con experiencia en lipedema, fisioterapeutas/linfoterapeutas (terapeutas de drenaje linfático), nutricionistas y psicólogos. La referencia temprana a un equipo con experiencia mejora los resultados.

Datos porcentuales y evidencia reciente
  • Estudios y revisiones recientes estiman una prevalencia femenina entre ~10–11% en algunas series (con variaciones según población), lo que sugiere que millones podrían estar afectadas pero sin diagnóstico adecuado. 
  • Revisiones y metaanálisis sobre liposucción muestran mejoras significativas en dolor, edema y calidad de vida tras intervención quirúrgica cuando se realiza apropiadamente. 
  • Guías y consensos recientes insisten en comenzar por terapia conservadora y considerar cirugía en casos seleccionados, realizada por equipos entrenados. 
¿Qué deben hacer los médicos y emprendedores del sector salud?
  • Médicos: incorporar preguntas específicas (inicio en la pubertad, fácil aparición de moretones, distribución simétrica, falta de respuesta a dietas) y derivar a equipos multidisciplinares. Usar fotos, medidas y documentación objetiva para seguimiento. 
  • Emprendedores / clínicas: formar equipos con fisioterapeutas especializados, ofrecer programas de CDT (compresión + MLD + ejercicio), alianzas con cirujanos plásticos con experiencia en lipedema y educar a la comunidad. La detección temprana y el abordaje multidisciplinario suman valor clínico y de negocio. 

Lipedema no es “culpa” del paciente ni siempre responde a dietas; requiere reconocimiento y un plan de manejo claro. Como profesional de la salud o gestor de servicios, identificarlo a tiempo y ofrecer rutas de atención (conservadora y, si corresponde, quirúrgica) mejora el dolor, la movilidad y la calidad de vida. Invierte en formación y en un equipo multidisciplinario: es una necesidad real y una oportunidad de servicio de alto impacto. 

Referencias: