Meningitis meningocócica: los grupos más vulnerables en la actualidad

Meningitis meningocócica: los grupos más vulnerables en la actualidad
14 Oct 2025 / by Dana Morales in Medicina, neumólogos

La meningitis meningocócica es una forma de enfermedad invasiva causada por la bacteria Neisseria meningitidis. Aun con los avances en vacunación, sigue siendo motivo de preocupación global debido a su rápida progresión y elevado riesgo de mortalidad y secuelas. 

Correo: dana.malips@gmail.com

Panorama epidemiológico moderno

La incidencia de la enfermedad meningocócica ha mostrado variaciones geográficas y temporales, en parte influida por programas de inmunización masiva.
Por ejemplo, en 2019 se estimaron más de 400,000 casos de meningitis meningocócica en el mundo, con aproximadamente 32,000 muertes asociadas. 

En países de altos ingresos, la incidencia es baja (alrededor de 0,9 casos por 100 000 personas) mientras que en naciones de menores recursos puede alcanzar cifras mucho más elevadas.
Los serogrupos dominantes varían según región: globalmente destacan los grupos B, C, W, Y y A.
Las vacunas conjugadas (MenC, MenACWY, etc.) han reducido no solo la enfermedad, sino la tasa de portación en algunos grupos poblacionales. 

Mecanismos de riesgo: portación y transición a enfermedad invasiva

Una proporción de la población (hasta un 10 %) alberga N. meningitidis en nasofaringe sin presentar síntomas (portadores asintomáticos).
El paso de portación a enfermedad invasiva depende de factores del huésped (inmunidad, comorbilidades, predisposición genética), factores del microorganismo (virulencia, serogrupo) y factores del entorno (densidad de contactos, contaminación del aire).
Por tanto, sólo algunos de los portadores llegarán a desarrollar meningitis o sepsis meningocócica, pero eso basta para mantener riesgo en ciertos grupos vulnerables.

Principales grupos de riesgo actuales

A continuación, presento los grupos que en la literatura científica reciente se destacan por su vulnerabilidad:

Lactantes y niños pequeños

Los menores de 1 año tienen alto riesgo, dada su inmunidad aún inmadura.
Algunos factores perinatales podrían añadir riesgo, aunque la evidencia es débil: nacimiento prematuro, bajo peso al nacer o exposición materna a humo durante el embarazo. 

Adolescentes y adultos jóvenes

Este grupo posee una elevada tasa de portación y mayor probabilidad de diseminarse en entornos de contacto cerrado.
También se asocia mayor riesgo con comportamiento social con contacto cercano (residencias universitarias, fraternidades, compartir dormitorio) y exposición a humo de tabaco. 

Personas con alteraciones inmunológicas o predisposición genética

Las deficiencias del sistema del complemento (por ejemplo, deficiencia hereditaria de C5–C9) aumentan claramente el riesgo de enfermedad meningocócica.
La infección por VIH también se ha identificado como factor de riesgo para enfermedad invasiva por meningococo.
Pacientes con esplenectomía (o disfunción esplénica) están más expuestos, dado que la eliminación de bacterias encapsuladas se ve comprometida. 

Personas con defectos anatómicos del sistema nervioso central

Individuos con fugas de líquido cefalorraquídeo (p. ej. por traumatismo o cirugía) tienen un canal de entrada para bacterias al espacio subaracnoideo.
Aquellos con derivación ventriculoperitoneal, tras neurosurgery o inserción de dispositivos pueden tener riesgo incrementado. 

Personas expuestas en entornos de alto contagio

Durante brotes o en entornos densamente poblados (campamentos, peregrinaciones, concentraciones) la transmisión se favorece.
La exposición al humo de tabaco (pasiva o activa) agrava riesgo de transición de portación a enfermedad invasiva. 

Otros factores demográficos emergentes

Recientes informes indican aumentos de casos en ciertos grupos raciales o etarios en EE. UU. Por ejemplo, en 2024 el CDC reportó que la cepa sequence type 1466 afectaba más personas afroamericanas de 30-60 años con VIH.
Además, el serogrupo Y ha mostrado incremento en varios países y es responsable de parte del reciente repunte. 

Implicaciones para prevención y estrategia sanitaria

La identificación de los grupos de riesgo permite focalizar estrategias de vacunación, vigilancia activa y educación sanitaria.
La introducción de nuevas vacunas pentavalentes (como Penbraya, que cubre A, B, C, W y Y) podría ampliar la protección poblacional.
Además, las programas de vacunación en adolescentes impactan no solo sobre la protección individual, sino sobre la reducción de portación y transmisión comunitaria (efecto de rebaño).
Es esencial fortalecer la vigilancia epidemiológica para detectar cambios en distribución de serogrupos, emergencias de nuevas cepas o incrementos inusuales.
Finalmente, campañas de concientización sobre riesgos (como convivencia en espacios cerrados, fumar, contacto cercano) pueden reducir los factores de diseminación en grupos vulnerables.

Referencias