Semaglutida: el éxito farmacológico que también genera preocupación

Semaglutida: el éxito farmacológico que también genera preocupación

Ozempic es la marca comercial de semaglutida administrada por inyección semanal, un agonista del receptor GLP-1 (péptido similar al glucagón tipo 1). (La semaglutida también se comercializa en otras formas y con otros nombres).
Actúa estimulando la secreción de insulina, suprimiendo la glucagón posprandial, retrasando el vaciamiento gástrico y reduciendo el apetito en el cerebro.
Aunque originalmente fue desarrollada para el manejo de la diabetes tipo 2, su uso se ha ampliado al control del peso en personas con obesidad, incluso sin diabetes (uso “off-label” o con otras marcas). 

Sin embargo, como todo fármaco, conlleva riesgos que es crucial conocer y vigilar.

Correo: dana.malips@gmail.com

Principales riesgos y efectos adversos
Efectos gastrointestinales

Los eventos adversos más frecuentes son de índole gastrointestinal: náuseas, vómitos, diarrea, estreñimiento y dolor abdominal.
En datos del sistema de notificación FAERS (EE. UU.), los reportes incluyen: náuseas (n = 2 369), vómitos (n = 1 338), diarrea (n = 1 195) y estreñimiento (n = 663).
Estas reacciones suelen aparecer durante la fase de aumento de dosis y muchas veces son leves o moderadas, aunque pueden causar interrupción del tratamiento en algunos casos (3-4 % de los pacientes). 

Pancreatitis y efectos en el páncreas

Existen casos documentados de pancreatitis aguda en usuarios de semaglutida.
Aunque la causalidad no siempre está establecida, los expertos recomiendan suspender el fármaco si hay signos clínicos compatibles (dolor abdominal persistente, elevación de enzimas pancreáticas). 

Alteraciones renales

El uso de semaglutida puede provocar efectos adversos renales indirectos, sobre todo si los efectos gastrointestinales inducen deshidratación.
Algunos estudios epidemiológicos sugieren un riesgo mayor de daño renal en usuarios de fármacos GLP-1, incluidas injurias renales agudas, aunque es raro.
Se recomienda monitorizar la función renal en pacientes con riesgo predisponente (insuficiencia renal previa, uso de diuréticos, etc.). 

Enfermedad de vesícula biliar y cálculos

En ensayos clínicos controlados, se observó que aproximadamente 1,5 % de quienes tomaban Ozempic desarrollaron cálculos biliares, frente al 0,4 % en el grupo control.
Además, la presencia de síntomas como dolor en hipocondrio derecho, ictericia o heces claras debe motivar evaluación médica. 

Retinopatía diabética y complicaciones oculares

Uno de los riesgos más sutiles pero importantes es el empeoramiento de la retinopatía diabética en pacientes con diabetes preexistente.
En algunos estudios, se ha observado que cambios rápidos en glucosa pueden desencadenar una progresión ocular.
Más recientemente, se ha reportado una asociación con neuropatía óptica isquémica anterior no arterítica (NAION), aunque es un evento muy raro. 

Pérdida de masa magra (“musculatura”) y “Ozempic face”

La pérdida rápida de peso puede implicar no solo reducción de grasa sino también pérdida de masa muscular, lo cual puede comprometer fuerza y metabolismo basal.
Algunos pacientes han reportado un efecto llamado “Ozempic face”: apariencia facial hundida o flacidez dérmica asociada con adelgazamiento acelerado. 

Otros riesgos: tiroides, cáncer de células C y seguridad general

En estudios con animales (roedores), los agonistas de GLP-1 pueden estimular tumores de células C de tiroides, por lo que están contraindicados en personas con antecedentes familiares o personales de carcinoma medular de tiroides o síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (MEN2).
En humanos no hay evidencia concluyente de ese riesgo al momento, pero se recomienda vigilancia si aparecen signos como nódulos tiroideos, disfonía o disfagia.
También hay preocupaciones sobre productos falsificados o formulaciones compuestas de semaglutida fuera de control, con errores de dosificación o contaminación. 

Factores que modulan el riesgo
  • Antecedentes personales: pacientes con historia de pancreatitis, enfermedad renal, retinopatía o cálculos biliares pueden tener mayor vulnerabilidad.
  • Velocidad del ajuste de dosis: subir la dosis demasiado rápido incrementa el riesgo de efectos adversos gastrointestinales.
  • Hidratación adecuada: la deshidratación puede precipitar daño renal cuando hay vómitos o diarrea importantes.
  • Vigilancia médica: monitorear parámetros como función renal, enzimas pancreáticas, pruebas oftalmológicas y función tiroidea.
  • Suspensión en caso de eventos graves: si aparece pancreatitis, insuficiencia renal aguda u otros síntomas alarmantes, debe suspenderse el fármaco y evaluar al paciente.

Ozempic (semaglutida) representa un avance importante en el manejo de diabetes tipo 2 y obesidad debido a su eficacia en control glucémico y pérdida de peso. No obstante, su utilización no está exenta de riesgos. Los efectos gastrointestinales, pancreatitis, alteraciones renales, complicaciones biliares, empeoramiento de retinopatía, pérdida de masa muscular y posibles efectos tiroideos demandan vigilancia médica rigurosa.

Para un uso responsable, es fundamental que los profesionales de la salud evalúen individualmente el balance beneficio-riesgo, informen al paciente de los signos de alerta, realicen monitoreo periódico y actúen rápidamente ante cualquier síntoma adverso.

Referencias