
La dermatitis seborreica es una afección cutánea inflamatoria y crónica que provoca la aparición de escamas y enrojecimiento en áreas con alta concentración de glándulas sebáceas. Aunque no es contagiosa ni peligrosa, puede resultar incómoda y afectar la calidad de vida de quienes la padecen.
Este artículo ofrece una visión general sobre sus síntomas, causas, tratamientos y cuándo es recomendable consultar al médico, con un enfoque accesible tanto para profesionales de la salud como para pacientes interesados.
Correo: dana.malips@gmail.com
¿Qué es la dermatitis seborreica?
Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que cursa en brotes. Se caracteriza por la aparición de placas descamativas amarillentas sobre zonas de piel enrojecidas y fisuradas. Aunque no es contagiosa, puede ser molesta y persistente.
¿Dónde aparece?
Las zonas más comunes afectadas son aquellas con mayor actividad de glándulas sebáceas:
- Cuero cabelludo
- Cejas y entrecejo
- Lados de la nariz
- Detrás de las orejas
- Párpados
- Pecho y espalda alta
- Pliegues de axilas, ingles y cuello
- En bebés, también puede presentarse en la zona del pañal.
Síntomas comunes
Los síntomas varían según la edad y la severidad, pero generalmente incluyen:
- Escamas blancas o amarillas, a menudo grasosas
- Piel enrojecida o inflamada
- Picazón, que puede intensificarse si hay infección
- En casos severos, pérdida de cabello temporal
En bebés, la costra láctea se manifiesta como escamas gruesas y amarillentas en el cuero cabelludo, sin causar molestias significativas.
Factores de riesgo
Aunque la causa exacta no se conoce, se han identificado varios factores que pueden contribuir:
- Actividad excesiva de las glándulas sebáceas
- Presencia del hongo Malassezia en la piel
- Estrés o fatiga
- Climas extremos (frío o calor)
- Piel grasosa o afecciones cutáneas como el acné
- Uso de productos con alcohol
- Obesidad
- Trastornos neurológicos como la enfermedad de Parkinson
- Sistema inmunológico debilitado, como en el caso del VIH/SIDA
Tratamiento
El tratamiento depende de la severidad y la edad del paciente:
- Champús y cremas antifúngicas: Contienen ingredientes como ketoconazol, ciclopirox o sulfuro de selenio.
- Corticoides tópicos: Para reducir la inflamación en casos más severos.
- Inhibidores de la calcineurina: Como tacrolimus o pimecrolimus, especialmente en áreas sensibles.
- Fototerapia: Exposición controlada a la luz ultravioleta en casos resistentes.
En bebés, la costra láctea suele resolverse por sí sola. Se recomienda lavar el cuero cabelludo con un champú suave y evitar rascar las escamas. Si persiste o se extiende, consultar al pediatra.
¿Cuándo consultar al médico?
Es aconsejable buscar atención médica si:
Los síntomas no mejoran con tratamientos de venta libre.
- Las lesiones se extienden o empeoran.
- Hay signos de infección, como pus o dolor intenso.
- En bebés, si la costra láctea se extiende más allá del cuero cabelludo o no mejora con cuidados básicos.
Qué no hacer
- No rascar ni intentar arrancar las escamas, ya que puede causar irritación o infección.
- Evitar productos con alcohol o fragancias fuertes que puedan irritar la piel.
- No automedicarse con corticoides sin supervisión médica.
- En bebés, no aplicar aceites o productos sin consultar al pediatra.
La dermatitis seborreica es una condición manejable con el tratamiento adecuado y cuidados constantes. Si bien puede ser persistente, la mayoría de las personas logra controlar los síntomas y mantener la piel saludable. Ante dudas o síntomas persistentes, es fundamental consultar a un profesional de la salud.
fuentes: